1ª TOULOUSE - CASTELDUNARY 27/06/15 (77 km y 4h: 40m aproximadamente)

Bueno, lo dicho, empieza la aventura (aunque yo diría que llevo toda la noche de aventura).

La estación de Toulouse es bastante grande y señorial por fuera.

No se muy bien donde estoy pero mirando un plano intento ir hacia el centro, cruzo un puente y me adentro en calles peatonales.

Para que me acuerde de que estoy en Francia me topo con un tiovivo en una de las calles del centro:

 La plaza del Capitolio...

... con su mercadillo y todo.

Callejeo y me paro en una terraza a tomarme algo, aquí la gente ya esta comiendo. El camarero se enrolla conmigo, sabe algo de castellano y al verme la bici con las alforjas me pregunta que de donde vengo, a donde voy... lo típico en estos casos.

Le cuento un poco todo y me hace una especie de plano donde me indica donde comienza el Canal du Midi propiamente dicho. Existe un punto en el que confluyen el Garona y Midi mediante un tercer canal que es Brienne; esto ocurre en la zona del Ponts Jumeaux (puente de los gemelos).

Siguiendo las indicaciones voy atravesando calles comerciales hasta que llego al Pont Neuf.

Por el cruzo el Garona. Ando un poco perdidito, ir entre el trafico es un poco estresante pero intento disfrutar de la novedad del paisaje.

Finalmente vuelvo a cruzar el Garona por  el puente de los Catalanes (que tiene una bonita historia). Se me hace largo, me da la sensación de que me estoy dando una vuelta bastante maja a la ciudad.

Hasta que me doy con otro canal y pregunto a ver donde esta el famoso puente de los Gemelos. Doy con un hispano y me saca estupendisimamente del apuro. Además me explica que estoy en el canal de Brienne que es un canal accesorio que sirve para que confluyan el Garona con el Midi en una especie de lago-puerto y de aquí salen el canal lateral del Garona y el Midi; pura ingeniería vamos.

En la explanada que hay en torno a este "lago-puerto" están montando unos escenarios, se ve que va haber conciertos, teatros y todo tipo de actividades.

Aprovecho a comer la pasta que me traía de casa y a prepararme definitivamente para la aventura, ahora si.

Ya estoy paralelo al canal, encaminado hacia mi objetivo; y me dispongo a seguirlo y disfrutar de ello.

Al de unos pocos metros de pedaleo me encuentro con la primera esclusa de este viaje.

Me llama mucho la atención el hecho de que tenga semáforos, se me nota que soy neófito.

Continuo y...., oh sorpresa !!! paso justo delante de la estación de trenes.

Resulta que el primer puente que atravesé al ir al centro de Toulouse era uno que cruzaba el Canal du Midi, y luego yo me he tirado una hora buscándolo (el canal). De todos modos hubiera ido hasta el puente de los Gemelos, quería empezar la ruta desde el inicio.

Voy saliendo de Toulouse y desde ya voy descubriendo que las embarcaciones tienen multitud de utilidades.

Muchas se usan como viviendas.

Como no, no podía faltar.

En las afueras de Toulouse tengo que retroceder porque al llegar a un puerto la orilla por la que iba estaba cortada y tuve que volver a buscar un puente para cruzar al otro lado.

Voy pedaleando tranquilamente por el camino de sirga y las estampas comienzan a sucederse.

Todas diferentes.

Tiempo para el deporte en el canal.

 Aparte de atracados, también hay barcos navegando (barco-vivienda en este caso).

Ante mi lo que intuyo que es un embarcadero o "la parada del barco" en alguno de los pueblos que están a orillas del canal.

 Como he comentado al principio, hay todo tipo de barcos.

Y también sitio para el arte..., por lo menos en este.

 Alto en el camino para ver una esclusa tranquilamente.

 Con su correspondiente casa para el esclusero.
 

 Aquí podemos verle en acción.

Y mientras los tripulantes esperan pacientemente a que los niveles se igualen y puedan seguir surcando el canal.

Señalización a lo largo del canal.

Al igual que los pequeños pueblos, las esclusas se suceden y en algunas no me resisto a parar y admirarlas.

Después, por la estrecha vereda paralela al canal sigo mi pedaleo. No hay que olvidarse de que (la vereda) es un antiguo camino de sirga que se utilizaba para ir tirando de las embarcaciones y estas fueran remontando el canal, de ahí que este pegadito al agua.

Esta zona esta muy cómoda para ciclar, ya que apenas me encuentro con raíces en el camino y se agradece.

Después del tranquilo pedaleo llego al destino de mi primera etapa.

Para llegar al pueblo propiamente dicho tengo que cruzar un puente y pasar al otro lado del canal. Me doy unas vueltas buscando el camping hasta que veo la señal.

Esta un poco alejado del pueblo y tengo que subir una cuesta majita. Por un momento creo que me he perdido y les pregunto a unos chicos que estaban de charleta y estos me confirman que voy bien.

Cuando por fin llego al camping voy a la recepción en la que hay dos chicas jóvenes y me cuesta un ratito hacerme entender. Yo no se francés pero tampoco había tenido problema hasta entonces, me da la sensación de que son bastante cerraditas pero majas, se mean de la risa. Con buena voluntad de ambas partes consigo mi parcela para acampar y hasta la contraseña del wifi (impresionante).

Casualmente la parcela esta en la orilla del canal. Entonces me doy cuenta de que un rato antes he pasado por ahí mismo, solo que por la orilla contraria.

Me ducho y voy hasta un camión de comida-bebida que hay en la entrada del camping. Me tomo una cerveza y consigo enterarme de que el chaval se va en breve y no vuelve hasta el día siguiente al mediodía; moraleja: me tengo que buscar sitio para cenar y algo de desayuno porque en el camping no hay nada de nada. No olvidarse que es un camping municipal, están muy bien, limpios, baratos pero ni supermercado, ni bar, ni ningún otro tipo de lujo.

Visto esto decido irme al pueblo a ver si ceno algo y me aprovisiono para el desayuno. Como hay una tiradita voy con la bici así que compruebo la luz trasera, me cojo el frontal y algo de abrigo.

Después de unas vueltas por el pueblo me siento en un bar-restaurante muy animado, por lo que leo en los menús el precio es apañado y además tiene terraza en la que poder cenar (muy importante a la hora de controlar la bici).

Me ceno un Menú Cassoulet que se compone de: una ensalada, la Cassoulet propiamente dicha (es una bomba típica de la región), postre, pan y agua. Yo aparte me pido una piché de vino que eso no se puede comer con agua.

La Cassoulet tiene alubias, magret, salchicha... lo dicho: una bomba para la cena. Aquí tenéis el menú completo, bueno falta el postre.

Y aquí deconstruido para que os hagáis una idea y veáis que no exageraba.

Después de esto me tuve que hacer una larga sobremesa con su correspondiente digestivo.

Y cuando parecia que la digestión estaba medianamente controlada, a pedalear hacia el camping que ya había ganas de coger la horizontal.
A medida que voy acercándome al puente que cruza el canal empiezo a ir bullicio y a ver luces, no se que estara pasando... y cuando llego al mismo descubro que hay un fiestón de aupa. En la otra orilla del canal esta la central (o sede) de los bomberos y habían montado una buena en la orilla del canal.
Por lo visto se esta acabando la música porque cuando me paro un poco a ver el ambiente se calzan una Marsellesa, pero todos-toditos-todos los que allí estaban, de poner los pelos de punta. Estos franceses son muy patriotas.
Ahora ya si, me retiro a mis aposentos y espero que no den mucha guerra los fiesteros rezagados.